
Sin embargo, tras esta propuesta machaconamente repetida de forma naïve por George y sus seguidores, hay todo un conjunto de razones ético-sociales y económico-fiscales. Esto es, George deriva su prescripción fundamental de política pública de un modelo económico trabajosamente elaborado –basado en el sistema ricardiano– y de una cuidada justificación ética de la propiedad privada a través del trabajo. A pesar de todo, el impuesto único no deja de adquirir tintes de panacea: con él George pretendía eliminar la pobreza, devolver a la comunidad lo que en justicia le correspondía, corregir las fluctuaciones cíclicas derivadas de la especulación con la tierra, eliminar los desincentivos al trabajo y al capital provocados por los tributos que gravaban sus rendimientos, y simplificar y abaratar el funcionamiento del sistema fiscal. Asimismo, junto al impuesto único George defendió ardientemente la eliminación de monopolios y de todo tipo de trabas al librecambio.
# José Luis Ramos Gorostiza, Henry George y el Georgismo.