«Liberté! Sauvons la liberté! La liberté sauvera le reste!» Victor Hugo.

05/12/2007

Henry George y el Georgismo

Entre los no especialistas, George sólo es conocido –en el mejor de los casos– por su propuesta de un impuesto sobre la renta pura –"no ganada"– de la tierra: un impuesto que permitiera al Estado apropiarse de aquella parte de la renta bruta total, obtenida por el arrendamiento de una finca, que fuese debida a las condiciones naturales de fertilidad y situación, dejando exenta aquella otra parte consecuencia de las mejoras realizadas por el propietario mediante trabajo e inversión de capital. Este impuesto sería además único, garantizando por sí solo la financiación de los gastos estatales y permitiendo la eliminación del resto de tributos.

Sin embargo, tras esta propuesta machaconamente repetida de forma naïve por George y sus seguidores, hay todo un conjunto de razones ético-sociales y económico-fiscales. Esto es, George deriva su prescripción fundamental de política pública de un modelo económico trabajosamente elaborado –basado en el sistema ricardiano– y de una cuidada justificación ética de la propiedad privada a través del trabajo. A pesar de todo, el impuesto único no deja de adquirir tintes de panacea: con él George pretendía eliminar la pobreza, devolver a la comunidad lo que en justicia le correspondía, corregir las fluctuaciones cíclicas derivadas de la especulación con la tierra, eliminar los desincentivos al trabajo y al capital provocados por los tributos que gravaban sus rendimientos, y simplificar y abaratar el funcionamiento del sistema fiscal. Asimismo, junto al impuesto único George defendió ardientemente la eliminación de monopolios y de todo tipo de trabas al librecambio.

# José Luis Ramos Gorostiza, Henry George y el Georgismo.